Selecciona el tipo de papa según cómo vayas a prepararlas: asadas, hervidas, en puré, al horno o fritas.
Papas tipo Russet: también se conocen como papas para asar o papas de Idaho; largas y levemente redondeadas, tienen una cáscara áspera y marrón; de alto contenido de almidón y baja humedad; excelentes para asarlas, freírlas o prepararlas como puré.
Papas redondas rojas y blancas: se les llama también papas para hervir; de tamaño mediano con cáscaras lisas de color rojo o tostado claro; bajo contenido de almidón y altas en humedad, de textura cerosa; excelentes para hervirlas (ensalada de papas), para asarlas al horno y para freírlas ("hash browns" y panqueques de papas).
Papas nuevas: de cualquier variedad, pero principalmente rojas; pequeñas de cáscara muy fina; bajas en almidón y textura crujiente y cerosa; excelentes para ensalada de papas, al horno o la parrilla.
Papas tipo Yukon Gold: de cáscara fina, amarillenta con pulpa dorada y sabor a mantequilla; bajo contenido de almidón y alta humedad; excelentes para prepararlas hervidas o como puré.
Mantén una buena provisión de papas para que en cualquier momento puedas preparar una de estas rápidas, deliciosas recetas para el desayuno, almuerzo o cena.
Papas con tocino y queso cheddar a la sartén
Gran ensalada americana de papas
Sabrosas papas "fritas" caseras
Minibocados de papas nuevas
Súper conchas de papa (cáscaras rellenas)
Gajos de papa y camote
Puré de papas con queso
Papas fritas no-fritas